domingo, 8 de febrero de 2015

Llueve en París M/F Krenee31


Llueve en París

Escrito por: Krenee (krenee31@yahoo.es)

 

 

 

 

 

 

Llueve en París...

 

Karen se acerca a la ventana y mira cómo las gotas de agua resbalan por el cristal.

 

El tiempo se vuelve atrás y recuerda su infancia...Aquél día, cuando tenía 9 ó 10 años, que se levantó de la cama, se dirigió al cristal y vio llover en París..

 

Había visto llover muchas veces en París, pero aquél día, sin saber por qué, esa lluvia le inspiró un cuento, que le valió el primer premio de redacción en el colegio.!Ella, la "españolita", una de las más pequeñas del colegio, se llevaba el premio de redacción en francés, en una escuela de monjas francés...!! Paradojas de la vida!

 

Karen recordaba lo feliz que fue en París, en el París de su infancia..Su pandilla constituida por sus hermanos y sus primos, con los que se llevaba a las mil maravillas.. Sí.. fue feliz en París.. inmensamente feliz..Luego, por la profesión de su padre tuvo que marcharse, viajar a otros países, conocer otros mundos, para acabar, siendo ya adolescente, en su patria, en España..País que sólo conocía por las vacaciones de verano.

 

Karen nunca fue feliz en España. Tal vez por aquello de que uno no es profeta en su tierra... Desde que llegó, todo le salió mal.. Una boda precipitada, una maternidad cuando aún no había empezado a despertar de la vida, y un golpe tras otro...No, decididamente, España, aún amándola mucho, no le había traído suerte..

 

Las gotas de lluvia seguían resbalando tras los cristales..¿Cómo era aquella redacción?.. Karen intentaba recordarla.. Era un diálogo entre dos gotas de agua que se encuentran en un cristal...¿Cómo era?

 

Aquella españolita rebelde y pecosa, había conseguido ganar el premio de redacción en un colegio francés. En Francia, Karen fue siempre "la españolita", pese a que su físico, debido al 50% de su sangre francesa, era absolutamente francés y nadie que no la conociera, podía distinguirla de una francesa normal y corriente. En España fue siempre la "francesista".. A ella nunca le molestaron esos sobrenombres, ya que se los decían de forma cariñosa, y la hacían sentir diferente. Siempre le había gustado ser diferente, y que la llamaran francesista o españolita, le hacía sentir que lo era.

 

¿Cómo era aquella redacción?

 

París!! Karen amaba París.. En cuanto pisaba suelo parisino se operaba en ella una especie de retorno a la infancia... Una sensación rara de felicidad la invadía sólo con estar alli.

 

Era curioso que en sus sueños, en sus fantasías románticas, el idioma fuera el francés.. Siempre se había preguntado por qué.. ¿Por qué cuando, aún siendo adolescente, cuando dejaba volar su imaginación y soñaba con su príncipe azul, los diálogos eran siempre en francés?..

 

Tampoco entendía bien la razón por la que, los hombres más importantes de su vida, su exmarido, su primer spanker, y su amor actual, su gran amor, hablaban francés, eran franceses o estaban relacionados de alguna manera con París...¿Era casualidad?..

 

Era consciente de que para ella, un "Je t´aime" le provocaba más maripositas en el estómago que un "te quiero".

 

Cuando Marc le decía "J´ai envie de toi" (tengo ganas de ti), todos sus sentidos se ponían en ebullición...

 

En realidad, no estaba segura de si era por que se lo decía en francés, o por que era él quien se lo decía, y que era su voz, la que le producía ese efecto.

 

Desde que conoció a Marc Alexandre, hacía casi tres años en aquél chat, bajo en nick de Tïm, su vida había cambiado.. Tras vivir un año de relación fabulosa, propia sólo de cuentos de hadas, en una nube rosa de algodón, la más bella historia de amor que jamás ella hubiese podido soñar,vinieron los problemas, y ...la separación. No debida a falta de amor, no debida a falta de entendimiento, no era debida a problemas en la relación, si no a causas exteriores, graves, complejas...

 

Cuando volaba en lo más alto de la nube, ésta se desintegró y ella cayó al vacío.. A un vacío lleno de inseguridad, lleno de desamor, lleno de soledad, lleno de amargura.

 

Ella, que era una persona que necesitaba la seguridad y la estabilidad para vivir, sobre todo la seguridad y la estabilidad sentimental, se vio envuelta en la mayor de las incertitudes, en la mayor de las inseguridades..Caía al vacío buscando un saliente sólido donde poder agarrarse, para rehacerse, para volver a sentirse segura y poder al menos pensar..Pero en aquella caída no había salientes sólidos a los que agarrarse, y los poquitos que encontró no resistieron su peso y se quebraron inmediatamente, acentuando y llenando de más amargura aquella caída que parecía no tener otro destino, que el de estrellarse estrepitosamente contra el vacío...

 

Fue un año negro, lleno de inestabilidad, lleno de cambios, de preguntas sin respuesta, de angustia, de crisis contínuas.. El peor año de su vida, el de mayor sufrimiento. Su salud había quedado deteriorada, tal vez por que ella misma lo había buscado, así lo había querido, en su desesperado intento de "dejarse ir" y ver si así podía abandonar el mundo de los vivos en los que no encontraba más que dolor...

 

Pero al final del abismo, justo cuando ya iba a estrellarse , apareció él.. Marc Alexandre,Tim..Peter Pan..Su héroe, su príncipe azul, que la esperaba con los brazos abiertos para recogerla, para no permitir, para evitar que se estrellara...

 

Ella nunca entendió por qué. Él nunca le dio demasiadas explicaciones. Le dijo "algún día te lo contaré y entenderás". Ella , al principio, no dudó, pero según fue pasando el tiempo, había momentos en que con furia pensaba que él le había mentido y que lo que pasaba es que no la quería y por eso la había dejado. Luchaba con fuerza contra esa idea que iba ganando terreno en su mente. Se debatía contra sí misma. A veces estaba furiosa, otras, la mayoría, demasiado enamorada. Nunca le reprochó nada, intentó entender lo poco que él le había contado y aceptar los hechos, y esperarle.. Si las cosas eran de esa forma, si él la amaba como le había dicho, él volvería a ella.. Sólo era cuestión de tiempo...Y ella le esperó, y le esperó, y lloró y no entendía nada, y cada vez entendía menos, y cada vez, con más fuerza, surgía en su cabeza la idea de sacárselo del corazón, de rehacer su vida..Pero, no pudo!! Hubiese deseado poder estar en brazos de otro hombre.. A fin de cuentas era una mujer y tenía necesidades, y cuando esas necesidades acuciaban, pensaba más y más en satisfacerlas en otros brazos... Pero no podía..Lo intentó, pero no pudo...Ni un sólo beso ,ni una caricia siquiera.. Ni eso pudo hacer...Jugó y fantaseó, pero ahí quedó todo.. en fantasía....No habría sido capaz de llevar esas fantasías a la realidad.. tan grande era su sensación de pertenencia a Marc..Aún cuando intentó liberarse de esa sensación de pertenencia, y aún cuando creyó que lo había conseguido.. Ella sabía que no.. Pertenecía a ese hombre desde el día que el destino les hizo encontrarse en aquél chat, y a partir de ese momento, sólo podría ser suya y de nadie más. Cualquier intento que hiciera por cambiar y variar eso, saldría mal.. Ella era de Marc y sólo de Marc, de la misma forma que Marc era de ella y sólo de ella.. Estaban unidos por una fuerza superior, invencible, por un lazo que jamás se podría romper, pese a que el destino les hubiese puesto, como en todos los cuentos de hadas, miles de dificultades, miles de trampas, miles de impedimentos para poderse amar...

 

Era, en efecto, como un cuento de hadas..Y ese año, había correspondido a la parte mala. A la parte donde la malvada y poderosa bruja madrastra, celosa por que el espejo de la verdad le dice que no es ella, y que además no está invitada a la fiesta, conjura todos los poderes negros contra ese amor consiguiendo separar a los amantes.. Pero, como en los cuentos de hadas, el príncipe lucha sin cesar contra todo, contra todos, a veces hasta contra él mismo, por ese amor, por esa princesa a la que ama más que a su vida, y como en los cuentos, la princesa, le espera, encerrada en su mazmorra, sueña con él, sueña con su vuelta y le espera, y aún cuando todas las evidencias le hacen creer que ha muerto, y ella va a tomar la crucial decisión equivocada, entonces, aparece el príncipe para decirle.."no he muerto, espérame un poco más, sigo luchando, aún no he terminado de vencer , pero ya queda poco..Espérame".....

 

Karen lanzó echó su aliento sobre el cristal de la ventana , provocando vaho y humedad. Dibujó un corazón atravesado por una flecha. En la punta de la flecha escribió "M" y en la base "K". Sonrió maliciosa al pensar la cara que pondría la mujer de la limpieza cuando viera el corazón en el cristal..

 

Seguía lloviendo ¿Como era aquella redacción?

 

Se sentía bien, se sentía feliz..

 

Sabía que aún no estaba todo resuelto, pero al menos, ahora sabía que lo iban a lograr. Marc le había contado por fin toda la verdad, y ella, por fin había entendido..¿Por qué no se lo había contado antes? Si ella hubiese sabido todo aquello desde el principio, no habría tenido jamás ninguna duda..Habría llorado y sufrido más, pero esos momentos de duda y furia que a veces le atacaron, no se habrían producido...Pero Marc consideró que no debía hacerle más daño del que ya le había hecho. Marc la quiso proteger y calló aún a riesgo de perderla...

 

Marc la amaba con todas sus fuerzas. En ese año, él también había sufrido mucho por no tenerla..Y al igual que ella, la había soñado, la había deseado, la había llorado. Había tenido que luchar mucho y su máxima preocupación había sido protegerla.. evitar que sufriera más.

 

Tras un año también terrible para él, casi convencido de que la perdería, de que la había perdido, de que ella no le esperaría, un año de sufrimientos y de luchas, un año de crisis..Había ido superando y venciendo una a una todas las pruebas que le había puesto el destino, todos los obstáculos, todos los conjuros de los brujos que se habían aliado contra él.. Esas luchas le habían herido, casi habían acabado con él. Pero como el ave Fénix, Marc había renacido de sus propias cenizas, aún más fuerte, aún más poderoso, más bello, más majestuoso.. Lo que parecía imposible sólo unos meses atrás, era cierto.. Era la fuerza de Marc, esa fuerza que ninguna bruja, ninguna fuerza de la naturaleza le podía jamás quitar...Aún quedaban cosas por resolver, aún quedaban obstáculos que vencer y batallas que librar.. Pero Marc, era otra vez Marc, su príncipe azul , el hombre que ella siempre amó y que creyó haber perdido...

 

Se sentía feliz junto a él..Estaba cansada, muy cansada.. Ese tiempo la había agotado mentalmente. Se sentía tremendamente feliz en los brazos de Marc. Apoyaba la cabeza en su pecho, y sintiéndose protegida por sus brazos, se sentía pequeñita, y se dejaba ir. Con la mente en blanco, no quería pensar, no quería tomar decisiones. Había demostrado que no era capaz de llevar las riendas de su vida, que todo lo había hecho del revés, que no había sabido "manejarse" sola, y ahora lo único que quería era entregarle esas riendas a él, que seguramente sabría llevarlas mucho mejor. Marc aún no estaba preparado para llevar esas riendas, pero quería hacerlo y lo haría.. Solo un poco de tiempo...Solo un poquito. La rodeaba con sus brazos y la sentía apoyada en su pecho, le acariciaba el cabello y la besaba suavemente.. Sabía cuánto le necesitaba, y cuánto la necesitaba él. Sabía cuanto le amaba y cuánto había sufrido..Cuánto la amaba y cuánto había sufrido él también..Pero lo habían logrado.. Lo estaban logrando. Un poquito de tiempo más, sólo un poco de tiempo, y la haría volar por siempre en una nube rosa de algodón y tan alto, que ninguna otra nube la podría alcanzar. Sabía que él era el único que podía hacerlo. Sabía que sólo él tenía esa llave, ese poder, y lo haría, y se subiría en la nube con ella, y ambos volarían juntos por siempre, para ya nunca volverse a separar.

 

¿Como era aquella redacción?

 

Las palabras de Marc le hacían dar vueltas a la cabeza, con la mirada perdida en el cristal Debía empezar a penarlo, a planteárselo. Despacio..Sin prisas..Aún había tiempo, pero debía empezar a plantearse el futuro..Dejar España, dejar su trabajo, su casa, su familia, y volver a París.. al París de su infancia, junto al hombre de su vida, al príncipe azul de sus sueños..Tenía que empezar a pensar en ello...

 

-Riiinggggg- Sonó el teléfono..

 

!Aló!

 

-!Bonjour Petite fèe! (Buenos días hadita)..

 

Karen sonrió.. Adoraba la voz de Marc.. La envolvía..Era una voz preciosa.. dulce, tierna.. Marc no utilizaba ese tono de voz con nadie.. sólo con ella. Y ella se volvía loca cada vez que la escuchaba..

 

¿Como estás? Preguntó Marc.. Pensé que no te levantarías hasta más tarde.. Imaginé que estarías muy cansada ...

 

Karen se ruborizó..No contestó y se produjo un silencio. Marc la imaginaba perfectamente, podía hasta sentirla. Sabía que estaba avergonzada, con las mejillas sonrojadas y la vista clavada en el suelo.. Le encantaba esa facilidad que tenía ella para avergonzarse, para ruborizarse. Cuando eso ocurría, él la rodeaba con sus brazos, le levantaba la barbilla con sus dedos índice y pulgar y la obligaba a mirarle..A ella le costaba mucho en esas circunstancias mirarle a los ojos, pero lo intentaba...

 

Desde su llegada a París, Marc la había amado de todas las formas posibles e imaginables.. Con fuerza, con pasión, con ternura..

 

Esa noche había sido especialmente "apasionada" y ella estuvo a punto de perder el conocimiento resistiendo "sus envites de pasión".

 

Cierto era que le había costado levantarse esa mañana y que se sentía agotada....

 

-"Aún te siento dentro de mí" -le dijo con un susurro de voz y cada vez más avergonzada.. Le ardían las mejillas.. Uffff.. Pero sabía que a él le encantaba oírle decir eso y hacía todos los esfuerzos sobrehumanos para que le saliera la voz...

 

-"Adoro que me sientas así hadita...¿Cómo estás vestida?

 

-Camiseta de algodón (la rosa de los gatitos), y medias pantys"

 

-"mmmmmmm" ¿Has desayunado?

 

-"No"

 

"Escúchame bien. Desayuna tranquilamente, dúchate si quieres...pero dentro de EXACTAMENTE 45 minutos, quiero que vayas a la habitación, te bajes las medias pantys y las bragas a la altura de la rodilla, cojas las bolas de geisha doradas del cajón y te las introduzcas, y me esperes de rodillas en la alfombra, con el pecho bien apoyado en la cama .la camiseta recogida en tu cintura y las nalgas bien evidencia, frente a la puerta, para que cuando yo entre sea lo primero que vea..¿Has entendido?

Mil mariposas revoloteaban en el estómago de Karen, que en lugar de un estómago parecía una olla express. Absolutamente paralizada, no pudo más que bajar la vista y con un imperceptible hilo de voz, decir:

 

-"Si"..

 

Karen obedeció como buena geisha de su Señor..Y exactamente a los 45 minutos estaba tal y como Marc le había ordenado, inclinada en la cama, con los pantys y bragas bajados la camiseta recogida y las bolas en ella, esperándole..Temerosa, ansiosa..La incertidumbre de lo que iba a pasar la aterrorizaba al tiempo que la excitaba..¿Qué tendría en mente Marc? ¿Qué pensaba hacer con ella? ...

 

El tiempo no pasaba..Marc se hacía esperar..

 

-"riiingggg"- El teléfono

 

Karen se tuvo que incorporar y abandonar su postura para responder; sabía que era él..

 

"¿Me has obedecido?"

 

"-Si"

 

"¿Llevas puestas las bolas?

 

-"Si"

 

-"Quiero escuchar"

 

Karen acercó el auricular y tiró del cordón de las bolas haciéndolas chocar en su humedad para que Marc lo pudiera escuchar...

 

-"Muy bien hadita..Eres una buena geisha, dulce y obediente..Te adoro. Sigue esperándome como te he indicado y no se te ocurra moverte"

 

Karen obedeció. Los minutos eran como horas, como días.. Marc jugaba con sus nervios, con su impaciencia, ....

 

La puerta de la habitación se abrió. Ella le escuchó llegar pero no se movió..

 

Marc se acercó y se quedó un rato contemplando sus nalgas, bien en evidencia...Ella no se inmutó..

 

Tras un rato que a ella le pareció eterno, le sintió acercarse aún más y acariciar sus nalgas, suavemente..sus muslos, su espalda..

 

Marc se sentó en la cama junto a ella. Con sus dedos índice y pulgar tomó su barbilla y le levantó la cara, para que le mirase a los ojos..Le sonrió...

 

-"Eres una geisha perfecta. El sueño de cualquier Señor..de cualquier spanker..Estoy orgulloso de ti"

 

Diciendo esto, la tomó del brazo y la obligó a tumbarse sobre sus rodillas..Empezó a acariciarla lentamente.

 

Ella sentía esas caricias dulces y toda su piel se erizaba...

 

De pronto y sin esperarlo, Marc empezó a azotarla con fuerza en las nalgas..Azotes rápidos que sonaban secos..En ambas nalgas..

 

Ella se mordía los labios y sentía los azotes..Cerraba los ojos para poder sentir mejor todas las sensaciones entremezcladas.. Dolor, placer, miedo, excitación, y sobre todo amor... muchísimo amor...

 

Tras una treintena de azotes más o menos, las nalgas de Karen estaban bastante sonrosadas...Marc paró. Se levantó, la tomó del brazo y la llevó hasta la silla de la habitación. Con una indicación de cabeza, le indicó que se arrodillara en la silla. Karen obedeció..

 

La dejó así, en esa postura, mientras él iba en busca de lo que necesitaba para realizar lo que tenía en mente y que ella no tenía ni idea de lo que podía ser...

 

Marc llegó con el huevo vibrador...Untándolo bien en vaselina, y con mucho cuidado, se lo introdujo por su intimidad posterior.. Encendió a la vez ambos vibradores.. el del huevo y el de las bolas..

 

Una sensación de cosquilleo inundaba todo el interior de Karen. Hormigueo que iba en aumento, y que poco a poco empezaba a provocarle calambres. Ella deseaba estallar, deseaba poder cerrar las piernas, apretar fuerte, tocarse o que la tocara Marc. Sentía una verdadera necesidad de estallar, pero no podía. Marc no le permitía cerrar las piernas ni tocarse, y él tampoco hacía nada por ayudarla a provocar ese estallido que ella necesitaba..

 

Los calambres de su interior empezaron a ser dolorosos, la necesidad de un estallido que no venía empezaba a entumecerla y a provocarle dolor..Miraba a Marc llorosa, suplicante, reclamándole piedad...

 

Marc, la miraba con ternura, con amor, pero se mantenía firme en su actitud, y en lugar de besarla, tocarla, ayudarla a estallar, tomó el tape tapis, y se situó detrás de ella...

 

-"¿Cuántos eran mi amor? ¿Lo recuerdas?

 

Sin poder apenas articular palabra, Karen, llorando respondió

 

-"20"..

 

Marc pasó el tape tapis suavemente por sus nalgas...Ella se abrazó fuerte al respaldo de la silla ofreciéndoselas aún más y sujetándose, por que ya sabía que el impulso la podía hacer caer..

 

Él se alejó como medio metro, y tomando mucho impulso, empezó a descargar los tan temidos (pero tan deseados) azotes en sus ya doloridas nalgas..

 

El tape tapis casi no provoca ruido, no demasiado, pero escuece de forma particular....

 

Karen gemía, y se mordía los labios hasta casi hacerse sangre...

 

Lentos, fuertes, uno tras otro fueron cayendo sobre sus nalgas los 20 azotes prometidos......

 

Ella lloraba, quería aguantar sin protestar, pero los gemidos mezclados con el llanto escapaban de su pecho..

 

Cada azote le cubría la totalidad de ambas nalgas.Ella daba un respingo en la silla. El impulso la tiraba hacia delante y tenía que sujetarse fuerte contra el respaldo para recuperar la postura y poder ofrecerle aún más sus nalgas para el siguiente azote.

 

17..18..Estaba mareada..19...Y por fin 20!!!!

 

Último gemido de dolor.. Ya no podía más

 

Marc posó el tape tapis sobre la mesa, se acercó a ella y paró el motor de los vibradores..

 

Un respiro de alivio salió de su pecho..

 

La miró a la cara y descubrió que estaba llorando.. como una niña pequeña.. Su rostro distorsionado por los efectos de los vibradores, por el dolor de la azotaina, empapado en lágrimas....mostraba sin embargo la felicidad y la excitación que sentía..

Marc la besó en la boca.. Un beso largo, larguísimo, suave, tierno, mientras que con sus manos acariciaba sus nalgas que ardían y comprobaba su excitación..Bebía sus lágrimas y la acariciaba..tiernamente,.. no quería hacerla estallar aún...

 

Volvió a conectar los motores de los vibradores y tomó la regla de madera...

 

Un escalofrío recorrió el cuerpo de ella.. Sabía lo que iba a pasar...

 

No era la primera vez que Marc la azotaba en la planta de los pies con la regla.. Afortunadamente, no lo hacía con mucha fuerza, al menos no con tanta como cuando la azotaba en las nalgas..Pero aún así era doloroso.. La sensación de picor, como cuando sin saber por qué te pica la planta del pie y necesitas quitarte el zapato para rascarte por que no puedes aguantar.. Esa misma sensación provocaban los primeros azotes en la planta de los pies.. Luego tras el picor que producían los primeros impactos.. el dolor...

 

Los azotes en la planta de los pies no hacen casi ruido tampoco, y es muy difícil poder mantener el pie sin movimiento.. Es absolutamente un acto reflejo quitarlo, aunque no se quiera, por lo que, Marc tenía que sujetarle bien el pie con la mano izquierda para poder azotarla con la derecha..

 

Karen lloraba, se mordía los labios.. quería gritar pero no podía.. Se quejaba, gemía, y lloraba...Le ardían los pies, le ardían las nalgas y los motores de los vibradores de las bolas y el huevo nuevamente le provocaban calambres que también dolían, que la obligaban a doblarse en dos.. Necesitaba estallar, iba a enloquecer si Marc no la ayudaba a estallar...

 

Tras 20 azotes en cada pié con la regla, Marc volvió a apagar los motores de los vibradores..

 

Karen no tenía casi fuerzas.. miraba a Marc suplicante, se volvía loca, necesitaba estallar.....

 

Marc comprobó con su mano el estado de excitación de Karen...Él también estaba excitado.. Muy excitado....

 

Se desnudó deprisa, se acercó a ella, la tomó en brazos y besándola apasionadamente la llevó a la cama..

 

La depositó boca arriba, y fue encima de ella..

 

Ahora sí, ahora la haría estallar, una y otra vez, hasta que no pudiera más. Ahora se desencadenarían una sucesión de explosiones salvajes, seguidas, sin darle tiempo a reponerse..Marc adoraba eso, le enloquecía verla estallar así una y otra vez. Ella gritaba, gritaba con todas sus fuerzas. Todo su cuerpo estaba tenso, se movía, se revolvía, abrazaba a Marc, le mordía, y volvía a gritar. Tenía la impresión de que se iba a partir en dos de un momento a otro..Y en medio de que aquella locura, de aquella felicidad, escuchó, una vez más, aquellas palabras, aquellas divinas palabras que la hacían enloquecer casi más que todo lo que le estaba sucediendo, aquellas palabras que le ponían el estómago del revés, aquellas palabras que durante tanto tiempo echó de menos y que le faltaron como el aire que respiraba...Marc, también enloquecido, le decía eso que ella tanto necesitaba escuchar...

 

-"Je t´aime. Je suis fou de toi" (Te quiero, estoy loco por ti)

 

 

 

Continuará.....

 

 

 

 

 

 

FIN

 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario